Todo sobre la Moringa: Origen, cultivo, otros nombres, propiedades, beneficios para la salud, consumo y formatos
Origen de la Moringa
La moringa oleífera es un árbol caducifolio procedente del continente asiático meridional, según la la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) . Tiene su origen en la India, aunque fuentes aseguran que proviene de la cordillera del Himalaya, otras la sitúan en la región de Kerala, y actualmente se cultiva de manera extensiva en los trópicos de Asía, Sudamérica y África. El mayor productor de moringa a nivel mundial es la India.
Descripción y cultivo
De crecimiento rápido, estos árboles de la familia de las moringáceas, de tamaño medio y copa ancha pero poco densa, prefieren los climas tropicales y subtropicales, las temperaturas cálidas y los suelos áridos y bien drenados, por lo que son muy resistentes a las sequías. Aun así, es un árbol muy versátil y se adapta muy bien a prácticamente cualquier condición climática o ambiental.
De los trece tipos de moringa que existen, el que tiene un cultivo más extensivo es la especie de moringa oleífera.
Sus hojas, de color verde, son grandes y se dividen en folíolos, con dos hileras de hojuelas redondeadas. El fruto de la moringa es una cápsula alargada que contiene grandes semillas redondas; y las flores, de color blanco y olorosas, crecen en racimos.
Otros nombres
Aunque se está popularizando como moringa, también se le conoce como árbol de la vida o árbol milagro, debido a la variedad de usos y multitud de beneficios para la salud que puede aportar. En España recibe el nombre de reseda y en Latinoamérica es más conocido como marango.
Propiedades
La moringa oleífera tiene muchos nutrientes, por eso es considerada hoy día como un superalimento. Aparece en estudios y publicaciones de la Organización para las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura FAO: las hojas de moringa son ricas en proteínas, vitaminas y minerales. Esta es la razón por la que llevan años potenciando su cultivo en países con problemas de nutrición, y recomendándola como complemento de nutrición maternal e infantil.
Es una fuente para nuestro organismo de calcio, hierro, fósforo y potasio, y contiene cantidades significativamente altas de vitamina A, B y C. Además, sus hojas contienen un 27% de proteínas.
Beneficios para la salud
Es conocida en multitud de culturas por sus múltiples beneficios desde hace cientos de años. En África, por ejemplo, se la conoce como “el mejor amigo de mamá” por sus características nutricionales. En la India se utiliza desde antiguo para la práctica del ayurveda, una medicina alternativa milenaria con técnicas naturales para la atención integral de la persona.
Introducir en una dieta variada este superalimento va a suponer unos beneficios enormes para nuestra salud. Los productos de la moringa tienen propiedades antibióticas, contra el tripanosoma y la hipotensión, antiespasmódicas, antiulcerosas, antiinflamatorias, hipocolesterolémicas e hipoglucémicas (FAO). Además, ayuda a las defensas naturales del cuerpo, favorece una correcta digestión gracias a su gran aporte de fibra y proporciona un plus de energía.
Consumo
Del árbol de la moringa se aprovecha todo, cada una de sus partes son comestibles: cortezas, vainas, hojas, nueces, semillas, tubérculos, raíces y flores.
Según la FAO, se pueden consumir sus raíces, hojas, y vainas no maduras como hortalizas. Las hojas de moringa se utilizan frescas o secas y molidas en polvo.
El aceite de semilla de moringa es dulce, no se pega, no se seca y no se enrancia, mientras que la torta hecha con semillas se utiliza para purificar el agua potable. Las semillas también se pueden comer verdes, tostadas, en polvo y en infusión para té de moringa. También puede tener aplicaciones ornamentales, de reforestación por su rápido crecimiento, como combustible y biodiesel, biofertilizante y forraje para animales.
Formatos de consumo
La moringa en hojas secas está especialmente indicada para infusiones, puedes hacer una infusión solo con moringa o bien mezclando con otras plantas o tés, también la puedes tomar sola o endulzarla con estevia o miel. Se recomienda un mínimo de dos tazas de te de moringa al día para apreciar sus beneficios en el organismo, por lo que puedes empezar con una en el desayuno y otra después de las comidas o a media tarde.
Con las hojas de la moringa, una vez secadas y molidas, se consigue un polvo de moringa fino. Tiene multitud de usos, pues se puede espolvorear sobre verduras y hortalizas para potenciar sus cualidades nutricionales, o usar de condimento junto a otros alimentos, acompañar a sopas, zumos de frutas, batidos o yogures… Unos 5 gramos al día es lo recomendable para apreciar sus propiedades.
Finalmente, con el polvo de las hojas secas, se elaboran cápsulas de moringa. Es sin duda la forma más práctica de tomar este complemento natural y ecológico. Se recomiendo su consumo antes de las comidas para potenciar sus valores nutricionales y que se absorba mejor en el organismo, y la dosis varía entre 2 y 6 cápsulas al día.
Como todo, lo correcto es consultar un especialista a un nutricionista o médico antes de ingerirla.
Un superalimento
La moringa oleífera se ha convertido en todo un superalimento, es el complemento perfecto para enriquecer nuestra dieta. Esto se debe principalmente a tres factores: posee unas cualidades de cultivo que la hacen muy versátil y adaptable, se aprovecha gran parte de la producción para consumo humano, y contiene multitud de propiedades y beneficios para nuestra salud.
1 comentario
la moringa en capsulas es buena para los diabeticos.
Gracias