MORINGA Y TERCERA EDAD
La moringa oleífera es un poderoso aliado en nuestras dietas, pues nos aporta multitud de nutrientes, minerales, vitaminas y proteínas esenciales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Benatury ofrece sus cuatro formatos de consumo (polvo, hoja, semillas y cápsulas) para que sea más fácil adaptarla a nuestra rutina diaria de alimentación. Además, hay poblaciones que, por sus características especiales, se pueden beneficiar todavía más de la moringa, como ya vimos en otra entrada anterior. Entre ellos, hoy queremos destacar a la tercera edad, y estos son los motivos por los que recomendamos su consumo:
- Energía y vitalidad: durante esta etapa de la vida, se necesitan unos cuidados nutricionales especiales, parece que en la tercera edad los cuerpos se vuelven más pesados, lentos o torpes, por lo que la moringa puede suponer un aporte estupendo de nutrientes y ser un magnífico estimulante natural.
- Enfermedades ópticas: es común la pérdida paulatina en la calidad y la agudeza de visión, así como desarrollar ciertas enfermedades ópticas, como pueden ser las cataratas. Para prevenir su aparición y para conservar el normal funcionamiento de la vista, la moringa aporta altas dosis de vitamina A, relacionada directamente con el buen estado de la vista.
- Sistema inmunológico: es la defensa natural del cuerpo contra las infecciones, como las bacterias, los virus y los hongos. Durante la tercera edad, este sistema se resiente y a veces se ve comprometido en su funcionamiento. Un consumo apropiado de moringa, puede aportar al organismo multitud de vitaminas que ayudan a su correcto desarrollo. Entre ellas destacan la vitamina C, que aumenta la resistencia a las infecciones, y la vitamina A, que posee una acción antiinflamatoria.
- Antioxidante: los radicales libres que se acumulan en nuestro interior producen alteraciones a nivel celular, que aceleran el envejecimiento. Para poder prevenirlo e incluso desacelerar este proceso, la moringa aporta vitamina C o ácido ascórbico y flavonoides, que tienen un gran poder antioxidante y que actúan contra el envejecimiento prematuro.
- Osteoporosis y enfermedades óseas: a partir de la edad adulta, el cuerpo comienza a tener problemas con la absorción del calcio, por lo que toma el calcio acumulado en los huesos. A la larga, sufren una disminución de la densidad de la masa ósea, lo que hace que éstos se debiliten y se vuelvan cada vez más frágiles, aumentando el riesgo de roturas, y con una peor capacidad de recuperación y regeneración. La moringa, con su alto contenido en calcio, evita que los huesos y los dientes se debiliten, pues aporta una cantidad suficiente al organismo. Además, el magnesio, presente también en la moringa, facilita la absorción del calcio, por lo que el cuerpo no va a tener que tirar de sus reservas almacenadas en los huesos.
- Anemia: se debe a una falta de hierro en el organismo, lo que impide que la sangre transporte suficiente oxígeno desde los pulmones hasta el resto del cuerpo. Suele ser una carencia común en la tercera edad, pero con la moringa se consigue el aporte de hierro necesario para prevenirla.
- Hiperglucemia y diabetes: consiste en una cantidad excesivamente elevada de glucosa en sangre, la moringa tiene propiedades hipoglucémicas, es decir, tiene la capacidad de reducir los niveles de azúcar en sangre
- Presión arterial: otra afección médica característica de esta etapa vital, es la alteración de la presión arterial, la moringa consigue un cierto control sobre sus desajustes gracias a la cantidad de calcio que aporta.
- Colesterol: es una sustancia parecida a la grasa, que, acumulada en la sangre, puede formar placas que se pegan a las paredes de los vasos sanguíneos, y finalmente producen enfermedades de las arterias coronarias. No es un trastorno único de la vejez, pero sí puede darse y sus consecuencias entrañan peligro para la salud. Por lo que podemos prevenirlo consumiendo moringa, ya que tiene propiedades hipocolesterolémicas, es decir, reduce los niveles de colesterol en la sangre.
- Cuidado del cabello y las uñas: en esta fase vital se ven muy deteriorados, sin embargo, podemos revertirlo consumiendo moringa porque contiene muchas proteínas, lo que aportará brillo, flexibilidad y fortaleza al cabello y las uñas.
- Memoria: en la tercera edad los pequeños olvidos y la falta de vitalidad mental son muy característicos, la moringa aporta fósforo y potasio, grandes aliados en el mantenimiento del correcto funcionamiento neuronal al mejorar los impulsos nerviosos.